martes, 7 de noviembre de 2006

Introito. Magis Bibo, Minus Intelligo.

Hace algunos meses, en el transcurso de una de nuestras cenas habituales, se comentó la idea de tener una web propia, que sirviese como vehículo de expresión interna entre los miembros de El Bocoy y como medio de comunicación con el mundo de la enología (sic), la cata de vinos o la degustación monda y lironda de los más exquisitos caldos...a nuestro alcance. Es decir, una especie de ósmosis etílica virtual. Como me pierde abrir la boca, dejé caer la idea de que dicha página fuese un blog de los muchos que circulan por la red…de esos facilotes de hacer, a prueba de tontos y sobredosis de taninos.
Es ese el motivo –y claro el hecho de que el blog lo he creado yo y dejaré que escriba aquí quien yo quiera…¡faltaría más!- de que sea éste que os habla y os quiere, quien comience la serie de escritos sobre el arte de la cata de vinos, dejando para otros, que tienen más y mejor pluma, la misión de glosar las excelencias del grupo y sus miembros, mantener viva la llama de los polifenoles, y dejar bien alto el pabellón de uno de los mejores, si no el mejor de cuantos clubes navegan por el marasmo de la cosa enológica y webística, a saber…EL BOCOY.


Los Ilustres Miembros...no todos.
(Pinchando sobre las fotos pueden verse más grandes, cosa útil el día después de la cata.)




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